La Vida Vocacional en el tiempo actual
¿Por qué nos cuesta tanto escuchar al llamado?
En el mundo de hoy, con tantos ruidos y distracciones, casi no logramos escuchar la voz de Dios en nuestros corazones. Nos encontramos ante un mar muy extenso de posibilidades para la superación personal y su corriente está más fuerte que los estrechos ríos para navegar en búsqueda de la propia identidad. Entonces, nos sucumbimos ante la majestuosidad de los mares de vivir nuestra vocación.
VOCACION... ¿¡Qué es Vocación!? Al entrar esta pregunta por un momento en nuestras mentes, inmediatamente el mar de posibilidades sociales y cibernéticas nos hablan: Doctor, Maestro, Abogado, etc., etc. ¿Qué me da más dinero y posición social? Y entonces emprendemos la carrera vocacional de manera equivocada: lo que me da más posición social y económica. Pero, si no es lo que me apasiona, y me impulsa a vivir a pesar de los contratiempos, entonces termino en el desánimo, la rutina, la cual me lleva a una insatisfacción personal y por lo tanto a un mal rendimiento. Es ahí donde nos encontramos muchas veces con personas que solo cumplen de una forma rutinaria y monótona, sin pasión, ni alegría.
Pero hablemos de lo que es la VOCACION – VOCATION – VOCARE – LLAMADO. El llamado, se relaciona con los anhelos, los gustos, los intereses y las aptitudes de una persona. En la vida cristiana se relaciona con el llamado de Dios a un estado de vida específico, a lo mejor relacionado con la vida religiosa.
VOCACION ha sido parte de nuestras vidas desde el principio de los tiempos cuando Dios creó al hombre. Se desarrolla durante toda la vida, y se construye de forma permanente. En esto nos implica descubrir ¿quién soy?, ¿cómo soy? y ¿hacia dónde quiero ir? Para algunos es algo natural descubrir el llamado vocacional. Para otros es más difícil y necesitan la orientación de los profesionales. Lo más importante es tener el deseo y la valentía de descubrir la verdadera vocación personal.
¿Quién soy? ¿Cuál es mi verdadera vocación? Esa que me llama y transforma a mi vida en algo productivo que me apasiona y me lleva a servir al prójimo. Aquí comienza nuestro discernimiento en la oración. Lee Mateo 6,6. Entra en el cuarto de tu corazón y deja que la luz del Espíritu Santo ilumine tu vida y te ayude a encontrar tu vocación.
¿Cómo sé que es Dios quien me llama? ¿Que este es el camino correcto? ¿A dónde me llama Dios?
Adelante, se valiente, deja que el Espíritu Santo entre en tu corazón y te guie para descubrir tu vocación. Mateo 6,6.